Revista Methodo: Investigación Aplicada a las Ciencias Biológicas. Universidad Católica de Córdoba.
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NARRATIVA Rev. Methodo 2024;9(1):69
https://doi.org/10.22529/me.2024.9(1)09
Recibido 29 Jun. 2023 | Publicado 05 Ene. 2024
Del treinta y tres en medicina
Of the thirty-three in medicine
Cipriano Eduardo Rougier
1
1. Clínica Universitaria Reina Fabiola. Servicio de
Pediatría.
Correspondencia: Cipriano E. Rougier Email:
cerougier@hotmail.com
Si una patología asienta en la intimidad del pulmón los médicos, para localizar y descifrar el problema, nos
valemos de varios recursos que pertenecen a la semiología clínica habitual. Entre ellos quizás el más valioso
de todos, la auscultación, se vio muy beneficiada cuando en el año mil ochocientos dieciséis, René Laënnec,
inventó el estetoscopio. Tal dispositivo permitió analizar con mayor fluidez y sin pudor toda la superficie
del tórax del enfermo e hizo posible detectar aún en zonas difíciles de explorar, como lo es la axila, la
presencia de ruidos adventicios proveniente de la noxa subyacente.
Apuntalando al estetoscopio, para lograr mayor definición del problema, apelamos a vocablos que el
paciente expresa tanto en voz alta como también cuchicheada. De lo usados, el que más me impacta y
seduce es la expresión treinta y tres. Escuchar este sonido a largo del laberinto broncopulmonar posee una
determinada cualidad auditiva que, cuando atraviesa el foco donde reside el problema se modifica y a veces
de tal manera que permite discernir, con ribetes de arte y ciencia, el diagnóstico en cuestión. Todo este
discurrir sonoro siempre me ha generado una emoción de inigualable densidad.
Actualmente la tecnología ha desarrollado medios auxiliares (ECO, TAC e IRM) excelentes los que aportan
mejor y mayor información para definir, casi con precisión, la patología pulmonar que aqueja al paciente
en estudio. Tal situación, ha acallado y de manera significativa, al treinta y tres. Ya casi no escucho a
médicos decir a sus pacientes “repita, en voz alta, treinta y tres”. Este silencioso acontecer, de la expresión
comentada, es una pérdida que, si bien no es trágica, para quien aún la valora como un recurso útil, le genera
ciertas nostalgias pues, se tiene la impresión que vamos asistiendo, obviamente en la medicina y me tildarán
de exagerado, al requien de la frase Treinta y tres”
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