fármacos, biomedicamentos, terapias celulares, génicas, inmunoterapia, la medicina de precisión,
la fármaco-genómica, etc. Éste y otros consensos y leyes se han ido enmendando para acompañar
los avances tecnológicos y los nuevos estándares éticos de la investigación en seres humanos,
ayudando también a mantener estandarizadas las exigencias en capacitación.
La pandemia de SARS-CoV-2 redireccionó la agenda de investigación, la inversión en
tecnología e involucró a los gobiernos en asuntos de ciencia, pero también permitió visibilizar la
discusión postergada sobre la necesidad de que los avances científicos lleguen de manera
equitativa a toda la humanidad. El control de la pandemia mostró que, como individuos, tenemos
capacidad para influir de manera positiva y, como sociedad, estamos en un proceso constante de
evolución (humanismo evolutivo). El ámbito de la salud está incorporando rápidamente evidencia
de fuentes tecnológicas que recopilan datos de historia natural, de análisis “ómicos”, de
investigaciones clínicas, de estudios de vida real, así como de datos informados por los pacientes
desde sus dispositivos digitales
2
. Los avances en machine learning, deep learning, impresiones 3D,
tecnología CRISPR, fabricación aditiva, nanotecnología, tecnología Blockchain, internet de las
cosas, big data analytics, robótica colaborativa, realidad virtual, realidad aumentada, prototipos de
simulación, medicina traslacional, bioinformática traslacional, patología digital y biología
sintética van ocurriendo vertiginosamente. El acceso masivo a herramientas de inteligencia
artificial desde fines del 2022 parece predecir una revolución científica con abrumadora
abundancia de información.
Yuval Noah Harari reflexiona: “Cuando se efectúe un descubrimiento trascendental, no
se podrá limitar su uso a la curación y prohibir completamente su aplicación a la mejora. Tenemos
cierto margen de elección respecto al uso de las nuevas tecnologas”
3
. Las sociedades mdicas,
científicas, las universidades, los investigadores de empresas públicas y privadas, los reguladores
y los grupos de pacientes, tenemos la oportunidad de adelantarnos a nuevas tragedias ticas que
podrían ocurrir con estas tecnologías innovadoras. Habrá que pensar nuevas normas
internacionales específicas para esta era del conocimiento que recién empieza. Normas surgidas
de un razonamiento colaborativo global con foco en seguir respetando los derechos de las personas,
los animales y el medio ambiente, sin dejar de considerar el impacto en las futuras generaciones.
Referencia
Conferencia Internacional de Harmonización. Guía E6. Lineamiento de la Buena Práctica Clínica. 2016. [citado
11 nov 2023]. Disponible en http://www.ich.org
Subbiah, V. The next generation of evidence-based medicine. Nat Med 29, 49–58 (2023).
https://doi.org/10.1038/s41591-022-02160-z3.
Yuval N Harari. Homo Deus. Breve Historia del mañana. 2016. Argentina, Buenos Aires. Penguin Random
House Grupo Editorial S.A.U. Debate.