de pleura parietal informó flebitis obliterativa
con denso infiltrado linfoplasmocitario, sin
fibrosis estoriforme. No se observaron infiltrados
celulares sugestivos de malignidad, tumor
fibroblástico inflamatorio, inflamación
neutrofílica, necrosis prominente, vasculitis
necrotizante ni inflamación granulomatosa
(Figura. 1). La inmunofijación evidenció: ≥40
células IgG4+ por campo de alto poder y relación
IgG4+/IgG+ >50% (Figura 2). Posteriormente, el
proteinograma por electroforesis evidenció
gammaglobulinas de 2 g/dl; el dosaje de
subclases mostró IgG1= 1692 mg/dl (VN= 382-
929 mg/dl); IgG4= 100 mg/dl (VN= 3.9-86.4
mg/dl). Ante diagnóstico de ER-IgG4, se inició
tratamiento con pulsos de metilprednisolona 250
mg/día por tres días consecutivos para luego
continuar con una pauta descendente de 20 mg de
prednisona. El paciente mostró una evolución
favorable, sin recaída de derrame pleural en los
controles ambulatorios posteriores por lo que se
redujo paulatinamente la dosis de prednisona. Al
momento de este informe, el paciente se
encontraba con 5 mg de prednisona.
Discusión
La ER-IgG4 es una enfermedad de etiología aún
desconocida, que comprende un amplio espectro
de alteraciones que comparten características
clínicas, serológicas e histopatológicas
1,6
. La
epidemiología de la enfermedad relacionada con
IgG4 no ha sido completamente establecida
7
. La
mayoría de los casos han sido descritos en Japón
y en cohortes asiáticas
4,7
. Un estudio evidenció
una incidencia estimada de 1.08 casos por
100.000 habitantes en 2009
7
. La edad de
presentación generalmente es entre la quinta y
séptima década de la vida
4
, siendo más
prevalente en hombres que en mujeres (ratio
3:1)
6
, tal como es el caso de nuestro paciente.
Desde un punto de vista clínico, la ER-IgG4
generalmente se manifiesta por un síndrome
constitucional inespecífico
1,5
, si bien las
manifestaciones clínicas varían dependiendo de
la gravedad y de los órganos afectados
7
. En
nuestro paciente, la principal afección fue el
derrame pleural unilateral recurrente de
predominio linfocítico, en cuyo caso resultó
mandatario la exclusión de diversas causas tales
como enfermedades infecciosas, enfermedades
autoinmunes, sistémicas y neoplásicas. La
afectación pleural en ER-IgG4 se presenta con
una incidencia
3
del 4% de los casos, incluyendo
afecciones tales como masa pleural, pleuritis con
fibrosis y derrame pleural, siendo rara su
presentación como debut de la enfermedad
8-11
.
La citometría del líquido pleural se caracteriza
por predominio de linfocitos y células
plasmáticas con una alta concentración de IgG4
en la mayoría de los casos, si bien los hallazgos
patológicos pueden ser diferentes de los
informados en otros órganos en ER-IgG4, ya que
se observan con menos frecuencia fibrosis
estoriforme o flebitis obliterante
8,9
.
Por otra parte, cabe destacar que el compromiso
pleural puede presentarse de forma aislada o
asociado a compromiso de otros órganos, más
frecuentemente de origen hepatobiliar, renal,
pulmonar y de glándulas salivales
11,12
. En este
caso, el paciente se presenta con antecedentes
previos de hepatopatía crónica no filiada e
insuficiencia renal crónica de causa
etiopatogénica poco clara, no pudiéndose
descartar su relación con ER-IgG4 en el contexto
clínico, serológico y anatomopatológico que se
nos plantea
13,14
.
Dado que se trata una enfermedad con una gran
heterogeneidad clínica, recientemente se han
identificado cuatro fenotipos clínicos de ER-
IgG4 mediante análisis de clases latentes
11,12
, con
el objetivo de ofrecer un marco sistemático que
permita facilitar el reconocimiento temprano de
la afección, identificar factores de riesgo y
desarrollar estrategias de tratamiento
personalizadas. El paciente descripto cumple con
los criterios clasificatorios establecidos en 2019
por el American College of Rheumatology
(ACR)/European League Against Rheumatism
(EULAR)
15
, que enfatizan la importancia de las
características clínicas y radiológicas, así como
los hallazgos serológicos y patológicos, y se
presenta con características de compromiso
multisistémico con afectación pleuropulmonar, y
probablemente, renal y hepática, lo cual se
corresponde con el fenotipo 4 de ER-IgG4.
Finalmente, en cuanto al tratamiento, la mayoría
de los pacientes responden de manera favorable
a la terapia con glucocorticoides, pero la
duración de dicha respuesta es variable
6,11
. Más
del 99% alcanzan remisión clínica, pero cerca de
un tercio recaen, 33% de ellos intra-tratamiento
esteroideo
6
. Sin tratamiento, esta entidad
progresa a fibrosis
7
. En el caso descripto, la
respuesta a la corticoterapia resultó favorable y
satisfactoria, sin signos de recaída al momento
actual.
Conclusión
Describimos un caso de derrame pleural
recurrente secundario a ER-IgG4. Dado que el
derrame pleural puede obedecer a múltiples
etiologías, su aproximación diagnóstica es
compleja permaneciendo incierta incluso luego
del examen exhaustivo del líquido pleural y de la