antihistamínico en mujeres que amamantan, se
prefieren los antihistamínicos de segunda
generación. Si se utiliza durante la lactancia, se
recomienda a la menor dosis eficaz posible y sin
prolongar su uso.
Uso en adultos mayores
En adultos mayores, el uso prolongado y
frecuente de antihistamínicos de primera
generación se asocia con el desarrollo de
demencia y enfermedad de Alzheimer por sus
propiedades anticolinérgicas
41
. Se deben además
usar con precaución en pacientes con aumento de
la presión intraocular o glaucoma de ángulo
cerrado y en aquellos adultos con hiperplasia
prostática u obstrucción del cuello de la vejiga
24
.
¿Cuáles son las razones por las que aún
se utilizan los anti-H1 de primera
generación?
Los anti-H1 de segunda generación y
especialmente los metabolitos más
recientemente incorporados al mercado
farmacéutico tienen un perfil de seguridad y
eficacia superior a los de primera generación. No
obstante, en la práctica de clínicos y pediatras en
todas las latitudes se siguen indicando
mayoritariamente los de primera generación,
transformándolos entre los cinco medicamentos
más recetados a nivel mundial
24
.
Una serie de razones pueden contribuir a ello:
a. Usos y costumbres y venta libre: La
difenhidramina es uno de los fármacos más
indicados por los médicos. Se encuentra dentro
de los medicamentos de acceso de venta libre en
nuestro país, lo que asegura una mayor
accesibilidad. La difusión a través de medios
radiales y televisivos, ya sea para su uso en
alergias y resfriados, solo o en asociaciones no
siempre racionales, para la tos, como medicación
sintomática antigripal y para trastornos del
sueño, favorece la automedicación
contraproducente y cada vez más frecuente en la
actualidad.
b. La creencia de que son más potentes y
efectivos que los de nueva generación: Existe la
falsa creencia de que los viejos antihistamínicos
son más potentes que los de nueva generación,
considerando sus mayores efectos adversos. No
existen evidencias científicas que avalen dicha
conducta, dado que son equipotentes con los de
nueva generación, aun siendo estos últimos,
administrados cada 24 horas en única toma
diaria
24
.
c. Considerar que son más baratos: Dado que
son drogas que están hace más de setenta años en
el mercado farmacéutico, algunos médicos (y
pacientes) creen que son más baratos que los de
nueva generación. La revisión de un vademécum
argentino,
42
al mes de noviembre de 2022, con el
ejemplo siguiente permite desmentir en buena
medida dicha afirmación: la marca referente de
difenhidramina en cápsulas x 30 tiene un precio
de casi el doble que una de las presentaciones de
loratadina 10 mg comprimidos por 30 unidades.
La desloratadina, uno de los anti-H1 más
modernos, por 14 comprimidos está en el
nomenclador argentino con un precio similar a
esta última (se debe considerar el doble para
equiparar el número de comprimidos con los dos
anteriores). Aun así, tienen precios casi
equivalentes. La dosificación cada 24 horas de
loratadina y desloratadina confiere un ahorro aún
mayor. Por lo tanto, el uso de los nuevos anti-H1,
no sólo tiene un mejor índice terapéutico, sino
que son más accesibles que la difenhidramina
con un precio altamente competitivo.
d. Vademécum de medicamentos del Ministerio
de Salud: Los Ministerios de Salud nacional y
provinciales incluyen en sus listados de
medicamentos para acceso gratuito o con
importantes descuentos, anti-H1 principalmente
de primera generación, lo que se traslada a la
atención en dispensarios y guardias de
hospitales. El plan Remediar contiene en su
vademécum la difenhidramina y más
recientemente la loratadina (sólo en
comprimidos de 10 mg, pero no en suspensión
oral) como anti-H1 de mayor acceso a la
población
43
. Como dato alentador, la
actualización del vademécum del PAMI al mes
de noviembre de 2022 incorpora cetirizina y
desloratadina excluyendo los anti-H1 de primera
generación
44
. Resulta un importante, aunque
demorado aporte a la atención de pacientes de la
tercera edad con enfermedades alérgicas,
poniéndolos a resguardo de los efectos adversos
de los viejos anti-H1 que, a esa edad, con mayor
posibilidad de otras comorbilidades, pueden
potenciarse en frecuencia e intensidad.
Conclusiones
Los antihistamínicos de primera generación, son
utilizados en enfermedades alérgicas y
respiratorias desde mediados del siglo pasado.
No obstante, sus efectos adversos limitan su uso
en la práctica clínica.
Los antihistamínicos de segunda generación
están ampliamente disponibles desde los inicios
de los ´80, son más seguros, tienen un precio muy
competitivo y están aprobados para su uso desde
temprana edad y con mínimos efectos adversos
comparados con los de primera generación. Los