Introducción
La conducta sociocultural predominante en la
sociedad, de una búsqueda de animales
Braquiocefálicos, dieron alteraciones específicas
en cuánto a la posición y protección de los globos
oculares en estas razas.
Comenzaremos diciendo que la cavidad orbitaria
es muy poco profunda y demasiada ancha y como
el anillo óseo es incompleto el ligamento
orbitario que mantiene al globo ocular en su lugar
al ser más largo lo hace más débil por lo cual en
ocasiones por traumas tengan prolapsos oculares,
que afectan potencialmente la visión. (Figura 1).
Figura 1. Estructura ósea comparativa de cráneo de
perros
Para una visión normal la córnea tiene
características biológicas específicas que
permiten que las imágenes impactan en la retina,
formada esta por neuronas que responden al
estímulo visual permitiendo señales a nivel del
sistema nervioso central. Es por lo tanto la
transparencia es una condición esencial, y la
salud de dicha condición histológica depende de
la lágrima y el humor acuoso lo que evitará la
vascularización.
Toda patología que altere la producción o
distribución de las lágrimas genera el riesgo de
modificar a la córnea afectando sus principales
características: ser transparente y avascular, con
la aparición de la queratitis pigmentaria (QP) ya
que en una primera fase el organismo a falta de
lágrimas trata de nutrir la córnea con la
formación de vasos sanguíneos en la córnea
luego estos con el paso del tiempo llevan el
pigmento de melanina que queda en la misma,
formando la QP.
Por otro lado, la conformación de los párpados o
ubicación de los globos oculares llevan a una
irritación constante de los globos oculares que es
un estímulo para la neovascularización en el sitio
de la noxa.
Justamente los síndromes oculares del
braquicéfalo tienen características especiales que
generan disminución de producción o
distribución de lágrimas además por las
particularidades fenotípicas de estos animales se
ocasionan irritaciones de los globos oculares,
estas características son: Exoftalmos: la cavidad
ósea poca profunda hace que se genere un ojo
sobre expuesto a lo que se denomina exoftalmia
fisiológica, esto también predispone a una menor
sensibilidad corneal lo cual se refleja en un
menor porcentaje de parpadeo, con lo que esto
conlleva a una disminución en la protección y
distribución de lágrimas. (Figura 2).
Figura 2. Perra de la raza Pug con claro exoftalmo
Euriblefaron: párpados demasiados largos que
sobre exponen los globos oculares y generan
fisuras produciendo dificultad para generar un
parpadeo normal. (Figura 3).
Figura 3. Euriblefaron en perro de raza Pug
Lagoftalmo: estas dificultades para el parpadeo
también ocasionan un parpadeo incompleto lo
que induce una alteración en la distribución de la
lágrima lo que favorece la producción de úlceras
corneales.
Entropión medial: el párpado demasiado largo y
el músculo orbicular con la incapacidad de
mantenerlo turgente hace que el párpado inferior
en su zona medial se enrolle hacia adentro
produciendo la patología típica. (Figura 4).
Figura 4. Entropión medial