comorbilidades que son frecuentes en el asma
grave
27
. En pacientes con asma se pueden
identificar comorbilidades de la vía aérea, como
la presencia de rinitis, y comorbilidades
extrapulmonares, tal como la obesidad o
enfermedad por reflujo gastroesofágico
27
. En
nuestra población de estudio, así como describen
otros autores en la literatura, se evidenció que
una elevada proporción de pacientes padecían
alguna comorbilidad, siendo las más frecuentes
la rinitis y el sobrepeso/obesidad. Dado que los
pacientes con rinitis alérgica tienen tres veces
más probabilidades de desarrollar asma no
sorprende que en nuestro estudio sea la rinitis la
principal comorbilidad relatada por los
pacientes. En múltiples estudios se ha
demostrado que la presencia de rinitis alérgica y
resultados positivos de las pruebas cutáneas de
alérgenos son factores de riesgo importantes para
el desarrollo de asma. Incluso, está ampliamente
demostrado que padecer rinitis condiciona la
manifestación subclínica de alteraciones a nivel
bronquial
28
. Incluso se ha demostrado que la
alteración de la función pulmonar se asoció a la
frecuencia y la gravedad de la rinitis, siendo mas
más prevalente en pacientes con rinitis
persistentes y de grados más graves, según la
clasificación de ARIA (Allergic Rhinitis and its
Impacto on Asthma)
29
. Un hecho agregado que
confirma la relación entre padecer rinitis y
manifestar asma es la demostración de que el
alivio de los síntomas de rinitis se correlaciona
con la mejora de los síntomas del asma. Los
pacientes con rinitis más grave y persistente
tienen un mayor riesgo de desarrollar asma
18,29
.
El estudio pone en evidencia que la saturación de
oxígeno, el sobrepeso y la frecuencia respiratoria
fueron las variables que presentaron diferencias
entre los pacientes con crisis aguda de asma que
necesitaron internación vs aquellos que pudieron
recibir terapia ambulatoria. El análisis
matemático estableció que la frecuencia
respiratoria fue la variable predictor para la
internación. Existen evidencias que la
puntuación de la crisis de asma, en nuestro caso
la frecuencia respiratoria, es una herramienta
más segura que la escala categórica (crisis leve,
moderada o grave) en la evaluación de una
exacerbación para definir la conducta médica del
paciente
30
. Si bien no fueron predictores de
internación el sobrepeso y la saturación de
oxígeno, tuvieron diferencias y son fácilmente
puntuables.
En la población incluida en el presente estudio se
observó que la mediana de IMC fue
significativamente mayor en los pacientes que
requieren internación, pudiendo ser la presencia
de sobrepeso y obesidad un factor de riesgo para
el desarrollo de asma, tal como señalan otros
autores en la literatura
14
.
Se conoce que el tabaquismo se asocia con un
peor control clínico del asma, una reducción de
la función pulmonar y una respuesta variable al
tratamiento con corticoides
31
. Si bien las guías
actuales para el manejo del asma no incluyen
recomendaciones específicas sobre pacientes con
asma fumadores, es imprescindible abordar el
tratamiento del hábito tabáquico en esta
subpoblación. En la población de nuestro estudio
se observó que más del 50% de los pacientes no
presentaba hábito tabáquico y dicho hábito no se
encontraba relacionado a la internación de los
pacientes. A pesar de no haber encontrado
relación en nuestra población el hábito tabáquico
no debe ser subestimado en los pacientes con
diagnóstico de asma.
Durante los últimos 25 años, la epidemiología de
las exacerbaciones del asma ha cambiado,
disminuyendo notablemente las tasas de
hospitalización
23
. Se estima que dicha
circunstancia se debe al uso de medicación y al
control de dichos pacientes por médicos
especialistas, lo cual optimiza la adherencia de
los pacientes asmáticos a las recomendaciones de
guías específicas de tratamiento
17,24,25,26
. A pesar
del aumento en la prevalencia del asma, se ha
demostrado que los avances en el tratamiento de
dicha enfermedad han tenido éxito tanto en la
disminución de las visitas a los centros de
emergencia como en la tasa de
hospitalizaciones
23,24
. Algunos autores describen
que las crisis de asma pueden representar el 10%
del total de las visitas por guardia
16
. Sin embargo,
en el presente estudio, el número de pacientes
que debieron ser internados fue ligeramente
menor ya que solo el 8,6% requirió internación.
Este hecho puede estar asociado a que la mayoría
de los individuos incluidos tenían diagnóstico
médico de asma al momento de realizar la
consulta de guardia y a que la mayoría ya había
realizado previamente medicación, siendo la más
utilizada los betas agonistas de acción rápida y
corta (SABA). Contar con diagnóstico certero de
la enfermedad es el primer paso para la
educación del paciente que padece una
enfermedad crónica como el asma, dado que
permite optimizar el uso de medicación de
rescate permitiendo menor tasa de internación
25
.
Algunos autores pusieron de manifiesto que la
probabilidad de hospitalización por asma se
asocia con algunos factores no clínicos, incluidos
los ingresos socio económicos, la cobertura de
salud, el tipo de institución en la cual se interna
el paciente y la ubicación de la misma, lo cual
sugiere disparidades y variaciones significativas
en la atención de la crisis aguda del asma
23
.