dicha patología podría alcanzar los 370 millones
de personas diabéticas a nivel global
1
. Argentina
no escapa a este aumento mundial de la
prevalencia de DM, lo que conlleva a representar
un problema sanitario y socioeconómico de gran
magnitud con una prevalencia del 12,17%
destacando además que el 50% no tiene
diagnóstico, lo que incrementa el riesgo de
complicaciones que subyacen en esta patología
ya que 25% de las personas desarrollarán úlcera
de pie diabético durante su vida
2
. Hay diferentes
definiciones de pie diabético (PD), por ejemplo,
para la International Diabetes Federation (IDF)
PD es considerado como las manifestaciones de
un proceso infeccioso en tejidos blandos o
huesos en cualquier lugar debajo de los maléolos
en una persona con diabetes
3
. Para la
Organización Mundial de la Salud (OMS) define
PD como la presencia de ulceración, infección
y/o gangrena del pie asociada a la neuropatía
diabética y diferentes grados de enfermedad
vascular periférica, resultados de la interacción
compleja de diferentes factores principalmente
metabólicos
4
. En el desarrollo de PD influyen
múltiples factores: vasculopatía, neuropatía,
traumatismos, mal control de la glucemia,
trastornos cognitivos con déficit en el
autocuidado que implica por ejemplo falta de
higiene e incapacidad para percibir lesiones o
ulceras en pie, todos ellos son determinantes en
el desarrollo de infecciones de PD siendo un
problema sanitario, por su alta frecuencia,
recidiva y costos
4,5
. Según los criterios de la
Asociación Americana de Diabetes (ADA)
68.9% tenían neuropatía diabética y 32.4%
presentaba pie de Charcot, 4.5% de los pacientes
al momento del diagnóstico de DM tipo 2
presenta signos y sintomatología de neuropatía
periférica sensorial. La neuropatía diabética es la
principal responsable de amputaciones entre los
30 años a 65 años: 36.4% corresponde a pie
diabético neuropático, 15.6% a pie diabético
ateroesclerótico y 48% a pie diabético mixto,
dependiendo de cuál de los dos predomine
6
.
Teniendo en cuenta la Convención
Interamericana sobre Derechos Humanos de las
Personas Mayores en donde define en su artículo
2º, como “Persona mayor”, a aquella de 60 años
o más
7
, es fundamental brindar atención y
cuidado activo e integral a pacientes con DM tipo
2 a partir de esta edad. En las últimas
actualizaciones científicas se ha verificado una
fuerte evidencia epidemiológica de los vínculos
entre DM y la disfunción cognitiva. Es
importante destacar que la disfunción cognitiva
en relación con la diabetes no debe considerarse
como una construcción unitaria
8
. Pacientes que
presentan DM tipo 2 tiene mayor probabilidad de
presentar deterioro cognitivo debido a los
cambios estructurales y funcionales en el Sistema
Nervioso Central (SNC), evidenciando un
proceso de envejecimiento y alteración en las
estructuras corticales y subcorticales debido a
modificaciones en el metabolismo relacionado
con DM tipo 2. La alteración de la señalización
de la insulina, la inflamación, la acumulación de
productos finales de glicación avanzada y el
estrés oxidativo juegan un papel esencial en la
patogénesis degenerativa y las complicaciones
diabéticas
8,9
. Además, los trastornos vasculares,
la fisiología de los astrocitos y anomalías en el
acoplamiento neurovascular, también
participarían en el deterioro cognitivo de DM
tipo 2. En el contexto de la prevalencia creciente
de diabetes, se espera que el deterioro cognitivo
y su progresión a demencia sean cada vez más
frecuentes en un futuro cercano
10, 11
.
Es importante destacar que el deterioro cognitivo
probablemente limite los procesos más
complejos relacionados directamente con el
lóbulo frontal, como la función ejecutiva. Ésta
implica un conjunto de habilidades cognitivas:
como atención, memoria de trabajo,
monitorización, flexibilidad, inhibición,
organización, toma de decisión y conocimiento,
que controla la ejecución de actividades
complejas, en el contexto de DM tipo 2 esto
puede influir para la resolución de problemas en
el manejo diario de su condición, memoria de
trabajo y planeación
12
. Así mismo el deterioro
cognitivo suma nuevos obstáculos en pacientes
diabéticos con PD relacionado al cuidado
personal, pudiendo estar disminuida la
comprensión de la neuropatía periférica y el
riesgo que conlleva una mala percepción de
dicha situación.
Justificación
La diabetes mellitus tipo 2 es una enfermedad
crónica compleja caracterizada por deficiencia
absoluta o relativa de insulina, la cual se
diagnostica a través de la sintomatología clínica
que refiere el paciente y es constatado por
laboratorio. La confirmación de niveles
incrementados de glucemia sérica en ayunas o
capilar, conjuntamente con otras alteraciones
metabólicas en los carbohidratos y los lípidos,
puede originar complicaciones microvasculares,
en ojos, riñón y extremidades inferiores, así
como neuropatías periféricas y frecuentemente
lesiones macrovasculares
13
. Una educación
adecuada logrará un buen control metabólico y
mejorará el pronóstico de la enfermedad, ya que
previene o retrasa la aparición de
complicaciones, el PD constituye la causa más