Revista Methodo: Investigación Aplicada a las Ciencias Biológicas. Universidad Católica de Córdoba.
Jacinto Ríos 571 Gral. Paz. X5004FXS. Córdoba. Argentina. Tel.: (54) 351 4517299 / Correo:
methodo@ucc.edu.ar / Web: methodo.ucc.edu.ar | CASO CLINICO Rev. Methodo 2022;7(3):274-277.
CASO CLINICO Rev. Methodo 2022;7(3):274-277
https://doi.org/10.22529/me.2022.7(3)08
Recibido 17 Mar. 2021 | Aceptado 13 May.2022 |Publicado 08 Jul. 2022
Neumonía por actinomyces: a propósito de un caso
Actinomyces pneumonia: a case report
Franca Monferini
1
Fiorella M. L. Ibáñez Ugozzoli
1
, Pablo Lucero
1
, Ignacio Gutiérrez Magaldi
1
1.Universidad Católica de Córdoba, Facultad de Ciencias de la Salud, Clínica Universitaria Reina Fabiola, Servicio de Clínica Medica
Correspondencia: Franca Monferini; email: franmonferini@gmail.com
Resumen
Se presenta el caso clínico de un hombre de 62 años de edad, con antecedentes de tabaquismo severo e
hipertensión arterial, que consulta por síndrome febril, tos, astenia e hipoxemia. En la tomografía de tórax
se evidencian áreas de consolidación con cavernas en su interior y un nódulo sugestivo de proceso
neoplásico. El cultivo de la caverna pulmonar desarrolla Actinomyces Naeslundii.
La infección pulmonar por A. Naeslundii es una enfermedad rara y lentamente progresiva, que
frecuentemente es subdiagnosticada debido a que puede imitar otras patologías como neoplasias, micosis
profundas y tuberculosis, por lo que es necesario un elevado nivel de sospecha clínica para hacer el
diagnóstico precoz. Actualmente, no existen datos publicados que revelen una incidencia a nivel mundial
de dicha afección, solo unos pocos reportes de casos similares. El pronóstico empeora en las formas
torácicas y generalizadas respecto a las formas de presentación más frecuentes, y está directamente
relacionado con el diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno de la enfermedad.
Palabras claves: Actinomycosis; absceso pulmonar; Actinomyces naeslundii.
Abstract
In this report we present a study case of a 62 year- old male smoker presenting fever, caugh, asthenia and
hypoxemia with a history of high blood pressure The CT-Scan shows areas of consolidation with caverns
inside and a nodule suggestive of a neoplastic process. The bacterial culture of the cavern identified
Actinomyces Naeslundii. Lung infection by A. Naeslundii is a rare and slowly progressive disease, which
is often underdiagnosed because it can mimic other pathologies such as neoplasms, deep mycoses and
tuberculosis, so a high level of clinical suspicion is necessary to make an early diagnosis.
Currently, there are no published data that reveal a worldwide incidence of this condition, only a few reports
of similar cases. The prognosis worsens in the thoracic and generalized forms with respect to the most
frequent forms of presentation, and is directly related to early diagnosis and timely treatment of the disease.
Keywords: Actinomycosis; Lung abscess; Actinomyces naeslundii.
Introducción
La actinomicosis es una infección bacteriana
endógena crónica o subaguda producida por
bacilos grampositivos ramificados anaerobios
que puede afectar múltiples órganos, siendo la
patología pulmonar solo el 10-20% de las
presentaciones. Sin embargo, es una
presentación atípica la cual está poco descrita en
la bibliografía
1,2
.
274
Monferini F, Ibáñez Ugozzoli F.M, L, Lucero P, Gutiérrez Magaldi I. Neumonía por actinomyces: a propósito de un caso.
Revista Methodo: Investigación Aplicada a las Ciencias Biológicas. Universidad Católica de Córdoba.
Jacinto Ríos 571 Gral. Paz. X5004FXS. Córdoba. Argentina. Tel.: (54) 351 4517299 / Correo:
methodo@ucc.edu.ar / Web: methodo.ucc.edu.ar| CASO CLINICO Rev. Methodo 2022;7(3):274-277.
La neumonía por actinomyces tiene mayor
prevalencia en hombres adultos de entre 30-50
años de los países en vías de desarrollo
3
. El
principal factor de riesgo para la actinomicosis
pulmonar es un mal estado bucodental y los
trastornos de la deglución que conllevan a la
broncoaspiración. Otros factores de riesgo son la
inmunodepresión, la diabetes, enfermedad
pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
4
Presentamos el caso de un paciente de 62 años de
edad inmunocompetente con un absceso
pulmonar secundario a Actinomyces Naeslundii.
Reporte de caso
Varón de 62 años, con antecedentes de
hipertensión arterial y tabaquismo severo,
consulta por fiebre de 39ºC, astenia, tos seca y
dolor torácico en puntada de costado de 72 horas
de evolución. Niega disnea, sudoración nocturna,
pérdida de peso u otra sintomatología relevante.
Al examen físico, presentaba temperatura de
38ºC, frecuencia cardíaca de 127 latidos por
minuto, taquipnea y saturación basal de oxígeno
de 96%. Se evidenció buen estado bucodental. La
presión venosa yugular y la auscultación cardíaca
fueron normales, y se destacaba la presencia de
estertores crepitantes en campos pulmonares
superior y medio izquierdos.
El laboratorio evidenció: hemoglobina= 14.3
g/dl, leucocitos= 12,8 x109/l (neutrófilos= 10,24
x109/l), proteína C reactiva= 354 mg/l,
creatinina= 1.36 mg/dl, lactato deshidrogenasa=
421. Los gases arteriales revelaron alcalosis
respiratoria, con presión parcial de oxígeno de
73.3 mmHg. La radiografía de tórax evidenció
una consolidación pulmonar izquierda con
cavitación, por lo cual se realizó una tomografía
computarizada (TC) de tórax sin contraste que
reveló dos áreas de consolidación, una en
segmento apicoposterior del lóbulo superior
izquierdo (LSI) y otro bulo inferior izquierdo
(LII), asociadas a broncograma aéreo, vidrio
esmerilado periférico y cavitaciones, sugestivas
de absceso pulmonar (Imagen 1 y 2). Por otro
lado, en el segmento posterior del lóbulo superior
derecho se observaba una imagen nodular
espiculada con retracción pleural, de 18 mm por
14 mm (Imagen 3). Finalmente, cabe mencionar
que se visualizaron a su vez signos de enfisema
centrolobulillar a predominio de campos
superiores, un patrón compatible con EPOC.
El paciente ingresa a sala común con un
diagnóstico presuntivo de neumonía complicada
con absceso pulmonar, de etiología a determinar.
Se inicia tratamiento empírico con ceftriaxona
vía endovenosa y azitromicina oral. Tanto las
pruebas de reacción en cadena de polimerasa
(PCR) para Sars Cov-2, así como los
hemocultivos realizados previo al inicio de la
antibioticoterapia, resultaron negativos. Las
serologías virales para VIH, Mycoplasma
pneumoniae y Chlamydia pneumoniae fueron
negativas. La detección de antígeno para
Streptococo pneumoniae en orina resultó
negativa. Se realizó prueba de
intradermoreacción de Mantoux, que evidenció
un resultado negativo (0 mm). Por otro lado, el
proteinograma de electroforesis arrojó hallazgos
de hipoproteinemia con hipoalbuminemia
compatible con desnutrición severa. A su vez, se
evidenciaron hallazgos de glucemia alterada en
ayunas (glucemia= 192 mg/dl), con hemoglobina
glicosilada aumentada (8.1%) con lo que se
realiza el diagnóstico de diabetes.
El paciente evoluciona persistentemente febril,
taquicárdico, con aumento progresivo de
parámetros inflamatorios (leucocitos= 17,7
x109/l, proteína C reactiva= 370 mg/l). Con el fin
de alcanzar un diagnóstico etiológico oportuno y
optimizar la terapéutica implementada, se realiza
finalmente una punción percutánea con guía
tomográfica de masa pulmonar cavitada con
posterior colocación de dos drenajes aspirativos.
Las características macroscópicas del material
extraído en la punción percutánea fueron de
carácter hemopurulento. La tinción de Gram
mostró 20 leucocitos polimorfonucleares por
campo, cocos gram positivos en pares y cadenas,
bacilos grampositivos ramificados y escasos
bacilos gram negativos pleomórficos. El cultivo
microbiológico evidenció el desarrollo de
Actinomyces Naeslundii, Clostridium Ramosum
y Streptococcus Anginosus. La anatomía
patológica reveló una reacción inflamatoria
aguda conformada por un denso infiltrado
inflamatorio de leucocitos neutrófilos, con
numerosos y extensos focos de supuración,
destacando asimismo la presencia de colonias de
microorganismos cocoides. No se observaron
lesiones malignas ni granulomas. Por otra parte,
el estudio de inmunodifusión para histoplasmosis
y paracoccidioidomicosis resultó negativo, así
como también las pruebas de PCR para
Mycobacterium tuberculosis. Debido a esto,
finalmente se inicia antibioticoterapia con
ampicilina sulbactam (en dosis de 3 g cada 6
horas) y clindamicina endovenosas.
El paciente evoluciona de manera favorable,
afebril, con descenso progresivo de parámetros
inflamatorios (leucocitos= 8,1 x109/l, proteína C
reactiva= 19 mg/l), por lo que finalmente se
otorga el alta hospitalaria habiendo completado
19 días de internación y 14 días efectivos de
tratamiento antibiótico endovenoso. Se indica
completar esquema antibiótico por vía oral con
275
Monferini F, Ibáñez Ugozzoli F.M, L, Lucero P, Gutiérrez Magaldi I. Neumonía por actinomyces: a propósito de un caso.
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methodo@ucc.edu.ar / Web: methodo.ucc.edu.ar| CASO CLINICO Rev. Methodo 2022;7(3):274-277.
Amoxicilina- Ac. Clavulánico y Clindamicina y
acudir a controles clínicos e imagenológicos.
Los controles tomográficos posteriores
evidenciaron una franca mejoría de lesiones
pulmonares con mínimo débito purulento por
drenajes percutáneos, con resolución del nódulo
espiculado del pulmón derecho. Habiendo
completado seis semanas de tratamiento
antibiótico vía oral, y constatándose en las
imágenes tomográficas la resolución de
colecciones, se procede finalmente al retiro de
los drenajes percutáneos.
Discusión
La actinomicosis es una infección endógena
infrecuente, por Actinomyces spp. que forma
parte de la microbiota de la cavidad oral, de la
nasofaringe, del tracto digestivo y
cervicovaginal
1
. Este microorganismo tiene baja
virulencia y generalmente la infección se asocia
con otros agentes patógenos dando así
infecciones polimicrobianas. La afectación
cervicofacial es la más frecuente dándose en un
40-60% de los casos, la infección abdominal se
da en un 20-30% y la torácica en el 10-20%
mientras que la afectación de la región pélvica se
da sólo en el 3-5% de los casos
1,3
.
La clínica de actinomicosis pulmonar es muy
variada. Puede presentarse con ntomas
inespecíficos como astenia, pérdida de peso o
síntomas agudos: tos seca o productiva,
hemoptisis, fiebre o dolor torácico de tipo
puntada de costado. A menudo, el diagnóstico es
tardío ya que se puede interpretar como una
neumonía de la comunidad o como una
neoplasia, así como también puede imitar otras
patologías como micosis profunda y
tuberculosis, por lo que es necesario un elevado
nivel de sospecha clínica para hacer el
diagnóstico precoz. El pronóstico empeora en las
formas torácicas respecto a las formas de
presentación más frecuentes, y está directamente
relacionado con el diagnóstico temprano y el
tratamiento oportuno de la enfermedad,
pudiéndose complicar con infiltración pleural o
diseminación al mediastino y pericardio,
especialmente en inmunodeprimidos
4,7
.
El tratamiento de la actinomicosis pulmonar
incluye la terapia antimicrobiana asociada o no a
un procedimiento quirúrgico. El esquema
antibiótico que actualmente se recomienda es un
esquema endovenoso, seguido de un esquema
por vía oral hasta completar 6 meses, aunque
algunos autores hablan de tratamiento por 12 o
18 meses
3,4
. La respuesta al tratamiento debe ser
evaluada con imágenes y la evolución clínica del
paciente.
En el reporte de caso realizado por Suzuki JB. y
col. de la universidad de Maryland, Estados
Unidos, se describe una sintomatología similar a
nuestro caso
8
.
Por otro lado, se encontraron algunas similitudes
con el estudio retrospectivo publicado por Kim
ER y col. que reúne casos clínicos publicados de
actinomicosis pulmonar en Corea a principios del
siglo XXI, como por ejemplo la media de edad
de presentación y la prevalencia en el sexo
masculino
3
.
Destacamos que se trata de una patología muy
infrecuente, ya que en la actualidad no contamos
con bibliografía que revele una incidencia a nivel
mundial. Además, se encontraron pocos reportes
de casos sobre dicha afección y no se encontraron
publicaciones similares en nuestro país, por lo
cual resulta mandatario la sospecha clínica
especialmente en pacientes con factores de riesgo
de inmunosupresión, diabetes mellitus y
enfermedad pulmonar crónica, tal como ocurre
en el caso de nuestro paciente.
Conclusión
El diagnóstico de actinomicosis pulmonar es un
verdadero desafío para los médicos. Se trata de
una afección rara, usualmente subdiagnosticada,
cuyo pronóstico está directamente relacionado
con su diagnóstico precoz. Por lo tanto, si bien se
trata de una infección poco frecuente, no puede
dejar de ser incluida dentro los diagnósticos
diferenciales ante todo paciente que se presente
con clínica sugestiva y hallazgo de nódulo o
cavernas pulmonares en los estudios
imagenológicos, especialmente en aquellos con
factores de riesgo como diabetes o EPOC y ante
pacientes con diagnóstico de neumonías de muy
lenta resolución.
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