estaban en tratamiento con corticoides, 90 (26.3%)
pacientes cursaban una infección activa y 36
(10.5%) pacientes tenían indicada alguna terapia
inmunosupresora. En mucha menor proporción
había pacientes con insuficiencia renal aguda, y
bajo nutrición parenteral o alimentación enteral 12
(3.5%), 6 (1.75%) y 6 (1.75%) respectivamente
(Figura 2).
Figura 2. Distribución según Situaciones relacionadas
a la internación (n=342).
Discusión
La hiperglucemia es una alteración que tiene
implicancias en el pronóstico y la evolución de los
pacientes hospitalizados. Es una condición
habitual durante la internación, en un estudio se
encontró que la hiperglucemia estaba presente en
el 38% de los pacientes ingresados en el hospital
8, en nuestra muestra se determinó que 21,3% de
los pacientes al ingreso tenían un valor de
glucemia superior a 140 mg/dl, y a las 72 horas este
indicador se elevó a 54%.
Es muy frecuente la presencia de individuos con
diabetes mellitus en la internación, un estudio de
cohorte retrospectivo arrojó una prevalencia del
10,99%⁹, esto coincide con nuestro estudio que
tiene un resultado del 14% de pacientes con esta
comorbilidad. El 52,4% de los pacientes con
diabetes ingresaron con hiperglucemia, y este
número se elevó a 66,7% a las 72 hs, pudiendo de
esta manera considerar que durante la internación
ocurre una descompensación de la enfermedad.
Wexler et al. demostraron que casi uno de cada
cinco pacientes con hiperglucemia de estrés tiene
probablemente diabetes no conocida identificada
por una HbA1c ≥6.5 % lo que habla del hecho de
que casi un tercio de los pacientes con diabetes
desconocen su diagnóstico¹⁰. En nuestra muestra
72 pacientes, es decir, uno de cada seis,
presentaron este valor en nuestra institución.
Hoy en día se sabe que cualquier enfermedad
aguda o cualquier tipo de lesión resulta en
resistencia a la insulina, intolerancia a la glucosa e
hiperglucemia, una constelación denominada
hiperglucemia por estrés o hiperglucemia por
lesión aguda⁴. En este estudio, se encontraron 342
pacientes y se pudieron determinar la presencia de
algunas causas asociadas, en orden de frecuencia
son: estrés postquirúrgico 54,3%, tratamiento con
corticoides 31,5%, infección activa 26.3%, terapia
inmunosupresora 10.5% e insuficiencia renal
aguda 3.5%.
Los pacientes con apoyo alimenticio excesivo,
sobre todo intravenoso, son particularmente
propensos a la hiperglucemia⁴, en este trabajo el
3% de los pacientes con hiperglucemia estaban
bajo esta circunstancia. Este valor puede deberse a
que solo 48 pacientes del total de la muestra
recibieron aporte nutricional, pero de ellos el 25%
desarrolló hiperglucemia.
En general, en pacientes críticos el transporte de
glucosa está incrementado 4, en nuestro estudio
observamos que el 15% de los pacientes con
hiperglucemia de estrés, derivaron de unidades de
cuidados intensivos.
Si bien del total de la muestra la mayoría de los
pacientes (81%) presentaron hiperglucemia en
casos de internaciones no programadas, solo el
15% de los pacientes con hiperglucemia de estrés
pertenecen a este grupo.
Conclusiones
El porcentaje de pacientes con hiperglucemia en la
internación coincidió con la literatura. Valores de
glucemia mayores a 140 mg/dl estuvieron
presentes en pacientes con diabetes y en pacientes
sin antecedentes de esta enfermedad, es el caso de
pacientes que cursaron internación por cirugías e
infecciones, y en los que estaban con tratamiento
con corticoides. También hubo pacientes en los
que con el hallazgo de hiperglucemia se les
diagnosticó diabetes durante la internación
mediante la medición de la hemoglobina
glicosilada.
El relevamiento de los factores asociados a
hiperglucemia de estrés, así como la asociación
con antecedentes personales, aporta un elemento
importante de sospecha de hiperglucemia en
nuestro medio y la posibilidad de una intervención
terapéutica temprana y efectiva para la prevención
de complicaciones que determinan incremento de
morbimortalidad de este grupo de pacientes.
Bibliografía
1. Handelsman Y, Bloomgarden ZT, Grunberger
G, Umpierrez G, Zimmerman RS, Bailey TS,
et al. American association of clinical
endocrinologists and american college of
endocrinology - Clinical practice guidelines