Barcudi R, Bono J O E, Sarmiento P E. Compromiso cardiovascular y trombótico en COVID-19. Implicancias clínicas y
terapéuticas.
Revista Methodo: Investigación Aplicada a las Ciencias Biológicas. Universidad Católica de Córdoba. Jacinto
Ríos 571 Bº Gral. Paz. X5004FXS. Córdoba. Argentina. El. :(54) 351 4517299 / Correo: methodo@ucc.edu.ar
/ Web: methodo.ucc.edu.ar | ARTICULO DE REVISION Rev. Methodo 2021;6(2):90-103.
puede ser solo observado entre un 8-12%
8
. No
obstante, un metaanálisis demostró que los valores
de Tc I US están significativamente aumentados en
pacientes con formas clínicas severas, comparados
con aquellos con formas más leves de enfermedad.
Por tal motivo, Lippi et al
9
recomendaron la
medición inicial de biomarcadores de daño
cardíaco inmediatamente después de la
hospitalización por infección COVID-19 y sugirie-
ron el monitoreo longitudinal durante la estadía
hospitalaria, que puede ayudar a identificar un
subgrupo de pacientes con posible injuria cardíaca
y, de este modo, predecir la progresión una peor
evolución, ya que se ha reportado una asociación
entre injuria cardíaca con mortalidad en pacientes
hospitalizados con COVID-19
3, 5, 7, 10, 28, 29
.
Solo las pruebas sistemáticas de pacientes
sintomáticos y asintomáticos infecta-dos con
SARS-CoV-2 proporcionarán una estimación
precisa de la prevalencia de lesión miocárdica en
esta afección, ya que es probable que la Tc no se
les realizara a todos los pacientes, dado que no
estuvo disponible en el 75% de 813 pacientes en
un reporte
2
y tampoco en el 64% de otra
publicación sobre 645 pacientes consecutivos
11
.
La troponina como podemos observar tiene valor
diagnóstico y pronostico en esta patología. Hay
numerosos trabajos que han demostrado su valor
pronóstico. Shi et al
2
reportaron, sobre 416
pacientes hospitalizados, que el 19,7% tenía injuria
cardíaca y que comparados con los enfermos sin
elevación de troponina tenían mayor edad,
comorbilidades, leucocitos más elevados, proteína
C reactiva (PCR) y procalcitoninas elevadas, lo
mismo que creatina fosfocinasa (CPK) y
mioglobina. También requirieron más ventilación
mecánica invasiva y no invasiva que aquellos que
no tenían injuria cardíaca. Las complicaciones
fueron más frecuentes en los primeros —
incluyeron SDRA, injuria renal aguda, trastornos
electrolíticos, hipoproteinemia y trastornos de
coagulación— que en pacientes sin injuria
cardíaca. En cuanto a la mortalidad, también en
estos enfermos fue mayor, eran más añosos, tenían
más comorbilidades, complicaciones y mayor
riesgo de morir, ya sea desde el comienzo de los
síntomas (HR: 4,26 [95 % CI: 1,92-9,49]) y desde
la admisión al punto final (HR: 3,41 [95 % CI:
1,62-7,16]). Chen et al
20
demostraron en su
estudio, que fallecieron frecuentemente más
personas por la injuria cardíaca y el fallo cardíaco
sin relación con las comorbilidades subyacentes.
Concluyeron que los pacientes con comorbilidades
cardíacas fueron los que más frecuentemente
desarrollaron complicaciones cardíacas y que los
que tuvieron injuria cardíaca e insuficiencia
cardíaca tuvieron mayor mortalidad
Los mecanismos potenciales responsables de los
efectos agudos de infecciones virales sobre el
sistema cardiovascular son varios y por distintas
vías van produciendo un aumento de riesgo de
infarto de miocardio (IM), insuficiencia cardíaca y
de arritmias cardíacas (AC)
12
.
En lo que se refiere al riesgo de IM, este puede
producirse por varios mecanismos concatenados.
Estos son: infección directa vascular que produce
aumento de la inflamación celular vascular;
aumento de la estimulación proinflamatoria
sistémica que lleva a una tormenta de citoquinas y
junto al estado hipercoagulable producen una
ruptura de placa, por último, por un IM tipo 2 por
estimulación simpática que conlleva desequilibrio
entre la oferta y demanda de oxígeno a
consecuencia del SDRA y la sobreinfección
respiratoria que se produce en estos pacientes. Por
lo tanto, el IM en estos puede ser tipo I o II según
el mecanismo interviniente.
La presentación clínica del COVID-19 es
proteiforme, predominan las manifestaciones
respiratorias desde una neumonía a un SDRA y se
torna desafiante el diagnóstico de patología
cardiovascular
3,15
. En la presentación
cardiovascular a veces también se hace difícil
discernir cuando el síntoma es el dolor precordial
y/o disnea y en el electrocardiograma (ECG) se
observa un supra desnivel del ST, con o sin
descompensación hemodinámica
3,16,18
, este cuadro
puede ser debido a una miocarditis, a una
cardiopatía por estrés o a un IM con elevación del
ST por ruptura de placa.
Un grupo de autores de seis hospitales de Nueva
York
15
reportaron que de 18 pacientes con
elevación del segmento ST, ocho tuvieron
diagnóstico de infarto con lesiones obstructivas y
se compararon con el resto de los pacientes, diez
sin lesiones. Los primeros eran más hipertensos,
diabéticos, fumadores y tenían más insuficiencia
renal, presentaban más dolor de pecho, supra
desnivel del ST focal en el electrocardiograma en
comparación de la elevación difusa en la injuria.
La Fracción de Eyección (FEy) estuvo disminuida
en mayor proporción en el grupo con infarto, y
tuvieron importante elevación de Tc y dímero D
respecto a los que no tenían lesiones obstructivas
coronarias. Diez pa-cientes se presentaron con
elevación del ST en el ECG, mientras que el resto
lo desarrolló durante la hospitalización. El
pronóstico con o sin lesiones coronarias fue pobre,
con 72% de mortalidad.
Stefanini et al
18
reportaron datos clínicos y
angiográficos de 28 pacientes con COVID-19 que
ingresaron al hospital de Lombardía, al norte de
Italia, con diagnóstico de IAM con elevación del
segmento ST según definición de las guías.
Veinticinco pa-cientes (89,3%) con elevación
localizada del segmento ST y 3 pacientes (10,7%)
con nuevo bloqueo completo de rama izquierda.
Los antecedentes clínicos fueron concordantes con