realizó un análisis cuantitativo de estos
parámetros, solo se tomaron en cuenta las
características subjetivas de los vasos y los
principales hallazagos encontrados fueron
tortuosidad y dilatación vascular.
Varios autores coinciden que la gran mayoría de
los pacientes presentan alteraciones en el campo
visual y que su prevalencia aumenta en la vida
adulta
1, 2, 3, 4,11
.
En nuestro trabajo solo un caso presentó
alteración del campo visual, aunque es de
remarcar que estudiamos población pediátrica de
reciente diagnóstico. La mayoría de estos autores
coinciden en que las alteraciones campimétricas
por drusen de papila suelen tomar la forma de un
agrandamiento de la mancha ciega, defectos
arcuatos o contracciones periféricas. En el único
paciente que encontramos alteraciones en el
campo visual no eran defectos coincidentes a
estos. Consideramos como una limitación no
poder realizar en más casos el campo visual
computarizado por la edad de los pacientes.
Creemos importante el seguimiento de los
pacientes diagnosticados para evaluar la
repercusión de las drusas de papila en la función
visual y el campo visual papila a lo largo del
tiempo.
Según Anna L
y col la tomografía computarizada
de la órbita puede ser utilizada para obtener
imágenes de los drusen de discos ópticos al
detectar la calcificación, aunque su sensibilidad
es menor que la ecografía
5
. En nuestro estudio
Cuatro pacientes tenían estudios de neuro-
imágenes (TAC o RMN), sin encontrarse
alteraciones cerebrales en ninguno de ellos y
mostrando depósitos calcificados localizados en
la cabeza del nervio óptico. Consideramos que al
ser un estudio que expone al paciente a radiación
ionizante debería reservarse para dudas
diagnosticas importantes.
Estos mismo autores sugieren que los drusen en
la ecografía aparecen como estructuras
redondeadas altamente reflectantes que también
se pueden identificar por su sombra acústica
posterior, pero es un estudio de resolución
relativamente pobre y proporciona poca
información sobre la integridad estructural de la
retina neurosensorial
5
; y según Chang MY la
sensibilidad de la ecografía para el diagnóstico
de drusen en niños puede ser menor que en
adultos, y puede volverse positiva con el tiempo
a medida que las drusas se calcifican
2
. En nuestro
estudio los 20 pacientes fueron diagnosticados
por ecografía, mostrando imágenes altamente
reflectantes dentro del nervio óptico que
provocan un cono de sombra posterior. Si bien es
un estudio con relativamente poca resolución, es
un estudio inocuo, de fácil acceso y de gran
ayuda diagnóstica.
Chang MY y Anna L en sus trabajos
correspondientes sugieren que se puede detectar
drusen con el OCT convencional en la cual se
presenta como una masa hiporreflectante focal
delimitado por un borde anterior
hiperreflectante. Estos autores sugieren que
puede ser de utilidad para distinguir entre drusen
profundo y edema de papila, ya que se presentan
algunos signos diferenciales entre ellos; ambos
producen elevación del nervio óptico, siendo el
contorno interno del nervio óptico liso en caso de
edema pero irregular en caso de drusen; la capa
de fibras nerviosas (RFNL) puede encontrarse
engrosado en caso de inflamación del nervio
óptico como en casos de inflamación y
papiledema, y se puede encontrar adelgazado en
casos de drusen de papila y en la neuropatía
óptica pospapiledema; entre otros signos que
podrían servir de ayuda en el diagnóstico
diferencial. Sin embargo, Kulkarini y col
encontraron que el SD-OCT no es confiable para
distinguir entre drusen de papila profundo y
edema de papila, señalando que, en varios casos
de edema leve de disco, el oct mostro áreas
hiperreflectantes inespecíficas debajo del nervio
óptico
2,5
.
En nuestros pacientes se demuestra la
sobreelevación de la papila y en alguno de ellos
una masa hiporreflectante, pero con mala
delimitación en profundidad. En los pacientes en
que no se pudieron distinguir las drusas es de
notar que el estudio contaba con pocas imágenes
a nivel papilar, por lo cual es importante contar
con estudios bien detallados de la papila para
poder demarcar el drusen. Como limitación, en el
presente estudio no se ha estudiado el grosor de
la RNFL.
Conclusión
Los drusen del nervio óptico son típicamente
bilaterales y profundos en los niños. Suelen
presentarse en niños sanos y ser un hallazgo en
un control de rutina. Poseen una imagen
funduscópica similar al papiledema, por lo cual
el diagnóstico diferencial es crucial. Un claro
ejemplo lo constituye uno de los pacientes que
integran este estudio ya que al momento de la
consulta se encontraba bajo tratamiento por
sospecha de hipertensión intracraneal, pudiendo
luego confirmarse que la imagen patológica de la
papila se debía a la presencia de drusen,
cambiando así drásticamente el pronóstico y el
enfoque terapéutico. Pueden presentar
alteraciones en el campo visual y otras