Introducción
El Cross-Linking corneal (CXL por sus siglas en
inglés) es un tratamiento que genera
endurecimiento de la córnea. En el campo de la
oftalmología se ha utilizado el CXL
principalmente como tratamiento para retardar y
detener la progresión del queratocono, la ectasia
corneal más frecuente. El queratocono genera
distorsión de imagen y disminución visual
progresiva con adelgazamiento del espesor
corneal. Asimismo, el CXL también se emplea en
otras enfermedades ectásicas, como tratamiento en
queratitis infecciosas y para aclarar cicatrices
corneales
1
.
El protocolo estándar del procedimiento se
comprende de dos etapas. La primera consiste en
instilar una gota de riboflavina (vitamina B2, 402,7
mOsm/L) cada 2 minutos durante 30 minutos.
Durante la segunda etapa, continúa la instilación
de riboflavina mientras simultáneamente se irradia
la superficie ocular con luz ultravioleta A (3
mW/cm2, 5.4 Joules/cm2; y 370 nanómetros)
durante 30 minutos adicionales para estimular las
propiedades fotosensibles de la riboflavina
2
.
Cuando la riboflavina es irradiada con luz
ultravioleta A (UVA) se exita y genera un estado
de activación que produce radicales libres
(especies reactivas de oxígeno o ROS y oxígeno
singletes) que catalizan la formación de enlaces
covalentes adicionales entre las moléculas del
colágeno corneal, fenómeno que genera mayor
estabilidad y rigidez en el tejido. Entre los
resultados no deseados de este procedimiento se
encuentran las infecciones, la hiperplasia epitelial
nodular, formación de haze (neblina) en el estroma
posterior y melting corneal. En cuanto a la
fisiopatología del haze y melting corneal, aún no
se han podido esclarecer los procesos que lo
generan.
La mayoría de los protocolos para CXL incluyen
tratamiento pre y post quirúrgico con antibióticos,
preferentemente las fluoroquinolonas de última
generación
3
. Esta familia de antibióticos tiene
sustituyentes halógenos en la posición del carbono
6, carbono 8 y aminas heterocíclicas en posición 7.
En estas regiones moleculares mencionadas, las
fluoroquinolonas tienen capacidad para absorber
luz en el rango de los 350 a 435 nanómetros
desencadenando un fenómeno de
fotodescomposición
4
.
Cuando las fluoroquinolonas absorben la radiación
ultravioleta (UV) su fotodescomposición produce
tripletes de larga duración que reaccionan con
oxígeno y producen radicales libres de oxígeno. La
producción fotoquímica del oxígeno atómico o
superóxido puede dañar tejidos produciendo
necrosis, apoptosis, pérdida de la viabilidad celular
y daño de membranas celulares
5
En la literatura se mencionan además otros
factores de riesgo que pueden desencadenar
complicaciones post CXL. Entre los mencionados,
se destacan el síndrome de ojo seco, blefaritis no
resuelta, infecciones previas (principalmente
HSV), presencia de antígeno HLA-b27, uso de
lentes de contacto terapéutico y cirugías previas
6
.
Debido a que el CXL es un procedimiento que en
los últimos años ha tomado gran importancia en el
manejo de la patología oftalmológica, conocer
cuáles son las causas de sus complicaciones es
importante para poder disminuir la frecuencia de
las mismas.
El objetivo de este reporte breve es hacer una
revisión bibliográfica detallando los distintos
factores relacionados con el incremento de efectos
no deseados del CXL.
Discusión
Las fluoroquinolonas son una familia de agentes
antibacterianos de amplio espectro habitualmente
utilizadas para el tratamiento de infecciones
oculares y de manera profiláctica en procedimiento
quirúrgicos para prevenir procesos infecciosos
7
.
En 2017 Reviglio y col. demostraron en un modelo
animal que la gatifloxacina expuesta a radiación
UVA produce efectos lesivos a nivel histológico
en el 100% del grupo estudiado. Esto puede
traducirse como opacidad corneal, apoptosis
celular, edema tisular y pérdida de transparencia y
por consiguiente disminución de agudeza visual
8
.
Como alternativa al tratamiento antimicrobiano
con quinolonas, se podría usar la Azitromicina ya
que no produce alteraciones de la superficie
corneal al ser expuesta a la luz UVA y que tiene un
amplio espectro para bacterias Gram positivos y un
espectro moderado para Gram negativos.
En su trabajo, Chiu y col. reportan un caso de
melting corneal agresivo con perforación ocular y
posterior trasplante de córnea. Dado que una
complicación tan severa no suele ser frecuente, al
realizar una nueva anamnesis y un examen
exhaustivo del paciente se encontró la presencia de
espondilitis anquilosante, retraso en la
cicatrización, blefaritis y predisposición a la
inflamación asociada a su patología autoinmune
9
Basados en los factores de riesgo anteriormente
mencionados se recomienda realizar una
anamnesis y un examen biomicroscópico
exhaustivo para determinar la presencia de
patologías que pudieran predisponer a reacciones
inflamatorias exageradas en la superficie ocular.