Es crucial entonces, que el claustro universitario tome nota de las características de estas nuevas
generaciones que ingresan para poder ajustar la formación de estos nuevos profesionales aprovechando,
por ejemplo, su manejo fluido de las tecnologías y su tendencia a adaptarse a los cambios; en general,
son creativos, con facilidad para trabajar en equipos, pueden hacer varias cosas a la vez y nos reclaman
objetivos claros y bajadas prácticas. De aquellos factores que traen una “disrupción” a lo que estábamos
acostumbrados de las generaciones anteriores, como menor responsabilidad y compromiso, ausencias
injustificadas, retraso en la atención, priorización de su tiempo libre, impaciencia, el “todo ya”, se quiere
una película, pues está al alcance de un dedo que presiono y ya… habremos también, de prestar especial
atención.
El reto está en pensar nuevos modelos en educación, en cómo enseñar, qué competencias deben
desarrollar los docentes y esos alumnos en el proceso de enseñanza aprendizaje, cómo abordar
contenidos integrando disciplinas y herramientas digitales enfatizando un aprendizaje desde los casos
problemas, sin desconocer la teoría, pero estableciendo un nexo dinámico con la práctica todo el tiempo.
Es preciso actualizar estilos de enseñanza y valorar opciones de trabajo no tradicionales posibilitando y
haciendo efectiva una mayor integración estudio- trabajo- vida. Se espera que esto contribuya al menos,
a su inserción en la sociedad con responsabilidad a lo largo de la vida donde puedan alcanzar y
desarrollar su máximo potencial.
En el área de las Ciencias de la Salud y en la formación de los médicos en general, cobra
especial importancia este tema. Rescatamos a modo de cierre a un autor (Toohey SL, 2016) que brinda
algunos consejos básicos en la disciplina que bien se pueden extender a otras, señalando la imperiosa
necesidad de: cambiar los planes de estudios, incorporar instrucción interactiva individual en el sistema
de aprendizaje, incorporar nuevos enfoques didácticos, atender a la eficacia de las conferencias, ( más
breves y de alta calidad), incorporar un plan tecnológico coherente y usar la tecnología para una
retroalimentación formativa eficaz, usar la simulación para optimizar los aprendizajes y la reforzar
constantemente la relación teoría –práctica., entre otros.
Solo conociendo lo más acabadamente posible qué tipo de alumnado circula por nuestras
instituciones, seremos capaces de desarrollar estrategias adecuadas que favorezcan una formación que
supone redundará en profesionales no sólo con sólidos conocimientos y habilidades en su especialidad
sino también en el desarrollo de actitudes y valores con capacidad a trabajar en equipo responsablemente
en un contexto global cada vez más cambiante e incierto.
Esp. Olga C. Bonetti
Vicerrectora Académica
Universidad Católica de Córdoba.
J.M. Twenge. The cross-cutting edge Generational changes and their impact in the classroom: teaching Generation. Med Educ
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Toohey SL, Wray A, Wiechmann W, Lin M, Boysen-Osborn M. Moving an Emergency Medicine Residency Curriculum into
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