pronósticos y la identificación de nuevos agentes
antitumorales en este contexto es una prioridad.
Las tasas de incidencia de tumores de
biliopancreas son heterogéneas a nivel mundial.
En nuestro país la tasa de incidencia del cáncer
de páncreas es de aproximadamente 4878 casos
anuales, siendo el noveno en frecuencia; por otro
lado, el cáncer hepático (incluyendo tumores
biliares) presenta una incidencia de 2343 casos
por año. El cáncer de páncreas es la cuarta causa
de muerte por cáncer tanto en hombres como en
mujeres.
En España
7
el cáncer de páncreas ocupa el octavo
lugar dentro de los canceres más frecuentes con
8338 casos reportados en 2020, siendo la tercera
causa de muerte por cáncer con 7120 muertes
publicadas en el último censo; mientras que se
registraron 6595 casos anuales de cáncer de
hígado, ocupando el noveno lugar en frecuencia,
y se informaron 2975 casos de tumores de
vesícula biliar
8
.
Para los pacientes con tumores de vías biliares y
de páncreas avanzados, la tasa de supervivencia
a los 5 años es inferior al 10%; siendo la
supervivencia media menor a 11 meses en ambos
grupos, a pesar de haber recibido tratamiento con
quimioterapia
9
.
La incidencia aumenta con la edad, presentando
la mayoría de los pacientes edades comprendidas
entre los 50 – 70 años, con un pico entre la
séptima y octava década de la vida y en relación
al sexo, es ligeramente más frecuente en los
varones que en las mujeres
10
.
En los últimos años el avance de la tecnología ha
permitido un estudio más amplio genoma lo que
proporciona una nueva visión de la comprensión
molecular de tumores, identificando así posibles
biomarcadores para uso clínico. Además,
considerando el limitado beneficio de la
quimioterapia convencional en el manejo de
tumores irresecables o metastásico en este
contexto, la identificación de biomarcadores
específicos ayudará a guiar las terapias
emergentes dirigidas a moléculas y la medicina
personalizada.
La terapia dirigida tiene como objetivo mejorar
la eficacia terapéutica, especialmente en aquellos
pacientes refractarios a quimioterapia
convencional en primera línea. Los fármacos que
se utilizan son diferentes a los de la
quimioterapia tradicional; Este tipo de
tratamiento actúa dirigiéndose a dianas o
proteínas específicas que se encuentran en
células cancerosas o en células relacionadas con
el desarrollo del cáncer, para ayudar a detenerlo
y evitar la propagación de la enfermedad.
Entrectinib es un potente inhibidor de las
tirosinas quinasas codificadas por el gen
NTRK1, ROS1 y ALK.
Los miembros de la familia de tirosinas quinasas
juegan un papel clave en el desarrollo y
diferenciación normal de las células, regulando
la supervivencia (o la prevención de la muerte
celular programada) y manteniendo la función de
células en todo el cuerpo. Las alteraciones de las
quinasas ocurren debido a mutaciones genéticas,
sobreexpresión, variantes de empalme y
reordenamientos de genes, y están asociados con
varios tipos de cáncer en humanos.
Finalmente, estas mutaciones dan como
resultado una quinasa constitutivamente activa
que proporciona la fuerza impulsora para la
transformación y progresión tumoral a través de
la transmisión de señales de crecimiento y
supervivencia
11-12
.
Objetivos
Determinar la frecuencia de las diferentes
alteraciones moleculares en tumores de vía biliar
y páncreas.
Estudiar si existe relación entre la mutación
hallada y la sobrevida de los pacientes.
Objetivos secundarios
Evaluar el factor pronóstico de las variables de
laboratorio al diagnóstico.
Materiales y métodos
Se trata de un estudio retrospectivo y descriptivo,
en el que se seleccionaron 110 pacientes con
diagnóstico de tumores de vías biliares o
pancreáticos, evaluados por el equipo de la
unidad de tumores digestivos del Hospital 12 de
Octubre en Madrid, España.
El punto de partida ha sido el estudio GO40782
(RXDX-101-02) abierto, multicéntrico, global,
en fase II que evaluaba la eficacia de Entrectinib
para el tratamiento de pacientes con tumores
sólidos localmente avanzados o metastásicos que
albergaran reordenamientos en los genes
NTRK1/2/3, ROS1 o ALK.
En todos los pacientes, tejido adicional (en el
momento de la progresión, si era clínicamente
factible y el paciente había dado su
consentimiento para la biopsia) se utilizó para
identificar otros reordenamientos o alteraciones
moleculares que pudieran predecir la actividad
de Entrectinib y conocer los posibles
mecanismos de resistencia.
El estado mutacional de los genes NTRK1 / 2/3,
ROS1 y ALK, entre otros, se controlaron en